¿Necesitas días de 48 horas? Eso es lo más habitual para la mujer de hoy que no está dispuesta a renunciar a nada.
En Franco da Vinci joyeros llevamos décadas creando joyería de alta gama para mujeres pragmáticas que toman decisiones inteligentes. Joyas adaptables y modulares, idóneas para acompañarte siempre, en cualquier circunstancia. Diseños atemporales que puedes configurar a tu gusto para proyectar la imagen que deseas en todo momento. Las joyas, en definitiva, a las que le vas a sacar más partido… porque son las que más te vas a poner gracias a su versatilidad.
¿Cómo surge la marca Franco Da Vinci? Una historia de superación
Franco Da Vinci es la marca que hemos creado, con mucho mimo, para ti. Joyería y, sobre todo, alta joyería made in Spain. Originalidad y pasión artesana, con toda la magia de Sevilla.
Nos avalan décadas de trayectoria y miles de clientas satisfechas, es cierto, pero nuestra obsesión es el futuro: un futuro en el que vamos a continuar haciendo las delicias de nuestras clientas con joyas concebidas para adaptarse a sus necesidades. Conocemos nuestro oficio y nuestra obsesión es estar a la altura de las expectativas de la consumidora actual, a la altura de tus expectativas.
La marca Franco da Vinci es un sueño que ve la luz en 1974 para dar una nueva dimensión a las creaciones de Ignacio Franco Joyeros.
Más de 40 años de historia
Más de 5.700 referencias propias
Más de 35.000 joyas fabricadas
Más de 12.000 clientes
El factor humano en Franco da Vinci Joyeros
En Franco da Vinci creemos con firmeza en que las personas son importantes y, por tanto, nos gusta poner en valor su trabajo. Seguro que a ti también, de modo que estamos encantados de compartir contigo algunas fotografías de nuestro equipo en acción.
¿Preparada para descubrir las joyas exclusivas que Franco Da Vinci pone a tu alcance?
Te invitamos a que visites nuestra tienda online para descubrir piezas de joyería que te entusiasmarán y que, si lo consideras oportuno, estaremos encantados de personalizar a tu gusto. Te va a encantar.
